lunes, 21 de mayo de 2012

Cuarto trabajo de Heracles

El
jabalí de Erimanto era una criatura que causaba estragos en todo el contorno y que vivía en  Erimanto, un monte de la Arcadia y la Élide.
En el camino hacia Erimanto, Heracles hizo una parada para visitar a su amigo el centauro Folo, quien en memoria de tiempos lejanos, compartió con él su comida y su vino. Pero los otros centauros, al oler el vino que estaba especialmente reservado para ellos se enfurecieron de tal manera que atacaron a Heracles, quien primero los rechazó y luego con sus flechas envenenadas mató a varios de ellos mientras los demás se retiraban.
Mientras Heracles enterraba a sus víctimas, su amigo Folo sacó una de las flechas de Heracles y la examinó asombrado de que algo tan pequeño pudiese dar muerte a criaturas tan formidables, pero con tal torpeza que la flecha se le cayó hiriéndolo en un pie y matándolo. Heracles lo enterró al pie de la montaña que tomó su nombre.
Retomando el trabajo que tenía que finalizar, Heracles encontró al jabalí y, persiguiéndole durante varias horas, lo fue acorralando a una zona cubierta de nieve donde, saltando sobre su lomo, lo ató con cadenas y se lo llevó a Micenas  vivo, cargándolo sobre sus hombros.
Era un jabali come hombres.

Sandra M.

No hay comentarios: